La parte final de la rotación (al comienzo de la temporada de fantasía 2026)

Traducido por Marco Gámez

A lo largo de la temporada, suelo apoyarme en algunas estadísticas como atajo. Ya he hablado de ello antes, mencionando que aprecio la simplicidad de la tasa ponches-base por bolas. Es tan útil como puedes esperar durante la temporada porque es un gran indicador de cambio actual, pero también lo es en momentos como este. Momentos de inactividad, cuando todos los tamaños de muestra ya son definitivos y podemos retroceder para ver un panorama más amplio, uno que es más de fácil olvidar que cuando uno se obsesiona con cada movimiento de la plantilla durante seis meses o más.

Me dediqué a revisar los lanzadores que aumentaron su tasa P-BB de 2024 a 2025. Los parámetros eran bastante sencillos: incluí a todos los jugadores que registraron al menos 50 entradas en cada temporada como abridores. Nos quedamos con 114 calificados. Francamente, es mucho menos de lo que esperaba, y quizá algo que valga la pena analizar más a fondo cuando nos acerquemos a la temporada de procesos de selección. Puedes verlos todos aquí.

Este tipo de mejoras hacen ruido cuando ocurren. Las reglas básicas del juego hacen difícil no notar cuando un lanzador domina más seguido. Lo interesante es que, como grupo, solo 45 de esos jugadores tuvieron incrementos en su tasa P-BB esta temporada. De esos 45, diría que solo unos 20 o 25 tuvieron un aumento realmente notable, de 2% o más. De esos 20 o 25, solo 10 pasaron de tener tasas P-BB promedio (~14%) o inferiores a superiores. Esa siempre es una línea que me interesa cuando analizo datos año tras año. Cruzar ese umbral me hace mucho más propenso a creer en lo que está pasando.

Sin embargo, los que más me interesan ahora son los que quizá no notamos, especialmente en el contexto de su grupo de colegas. Puede que no sean superestrellas, pero me interesarán como un quinto abridor para mis rotaciones en 2026. A continuación, algunas notas sobre cada uno.

Michael Lorenzen, Royals (incremento de 8% en tasa P-BB)

Lorenzen ha sido un desastre durante un tiempo. Cuando firmó con los Royals pensé: “Sí, tiene sentido”. Les encantan los tipos rudos y trabajadores, y él sumará entradas para un equipo que ha establecido “intentar modestamente en los márgenes de la plantilla” como una estrategia competitiva clave. Casi nunca ha tenido una temporada en la que un aumento en ponches coincidiera con una disminución en boletos. Aunque su tasa P-BB terminó siendo apenas promedio, fue la más alta que ha tenido desde 2019.

Lanzó más sliders y curvas en 2025 que el año anterior, aunque no usó ninguna de ellas de manera significativa. Obtuvo más swings fallidos y persecuciones con la mayoría de sus lanzamientos, pero especialmente con esos dos. Cumplirá 34 años el próximo año, así que tal vez fue solo una anomalía; el tipo de variación que ocurre en una carrera larga. O quizá encontró algo en su secuencia de lanzamientos que le permitió ser tan eficiente como no lo había sido desde 2019.

Cade Povich, Orioles (incremento de 4.47% en tasa P-BB)

Povich tuvo una efectividad de 5.20 en casi 80 entradas cuando debutó en 2024. Tuvo una efectividad de 5.21 en 112 entradas esta temporada. Estamos en el año del Señor 2025, así que no usamos la ERA como estadística elementary, pero hay tomar en cuenta esto sobre un lanzador que registra de manera comparable en casi 200 entradas. También sigue permitiendo demasiados cuadrangulares. (Si te gustan las estadísticas curiosas, registró un promedio de 1.36 cuadrangulares por cada nueve entradas tanto en 2024 como en 2025).

Redujo su tasa de boletos apenas un poco, pero la verdadera mejora vino al sumar más ponches. Logró más abanicadas fuera de la zona tanto con su sinker como con su curva, utilizando la primera con mayor frecuencia. Los Orioles son hoy un equipo raro, y parece poco possible que se deshagan de él. Ha mostrado más crecimiento que algunos compañeros de rotación y podría tener margen para seguir mejorando, basándonos en su desempeño en ligas menores.

(Trevor Rogers no encaja del todo aquí, porque asumo que la gente estará mucho más familiarizada con él por lo que mostró en 2025, independientemente de si creen que puede repetirlo o no).

Max Meyer, Marlins (incremento de 5.96 % en tasa P-BB)

Meyer fue una de las primeras revelaciones de la temporada antes de venirse abajo y, finalmente, terminar su año por una cirugía de reparación de labrum de cadera. Hablé con él sobre lo que estaba haciendo diferente cuando las cosas iban bien en las primeras semanas. En resumen: lanzaba intencionalmente más sinkers, y además diferenciaba más deliberadamente entre su slider y su sweeper.

Pero cuando las cosas se torcieron, se torcieron de verdad. En cinco de sus últimas siete aperturas antes del ultimate de temporada, ponchó a menos de un bateador por entrada. Probablemente nunca sabremos cuánto le molestaba la cadera antes de que se convirtiera en tema público. Este parece ser uno de esos casos en los que, si se hubiera lesionado primero y luego cerrado la temporada fuertemente, estaríamos hablando mucho más de él. Aun así, veo un crecimiento actual en sus habilidades, un rol asegurado en el equipo grande y un calendario de recuperación que debería permitirle comenzar la próxima temporada sano.

Bono: Emmet Sheehan, Dodgers (incremento de 7.7% en tasa P-BB)

Sheehan no calificó para el grupo considerado en este ejercicio porque no lanzó en 2024, ya que se recuperaba de una cirugía Tommy John. La mejora aquí marcada es la diferencia entre 2023 y 2025, e incluye su tiempo como relevista. Ha tenido menos éxito en ese rol que como abridor.

A finales de temporada ajustó su uso de la slider y estuvo simplemente intraficable, abusando del lanzamiento contra bateadores diestros. Es una de las razones principales por las que ponchó a forty five en sus últimas 32 entradas del año. Su plan de juego no es muy sofisticado, pero fue efectivo.

Creo que habrá opiniones encontradas sobre él cuando llegue la temporada de procesos de selección. Está el Efecto Dodgers, lo que significa que podría ser descartado porque los Dodgers suelen enterrar a cualquiera en quien no confían plenamente. Pero también existe la posibilidad de que haya logrado ganarse esa confianza complete. Con el retiro de Clayton Kershaw debería haber un puesto libre en la rotación, y Sheehan ha hecho méritos suficientes para quedárselo.