Tyler Rogers está lanzando más duro que nunca

Traducido por Fernando Battaglini

Después del 3 de abril de 2024, Tyler Rogers tuvo una efectividad de 6.00. Esto se conoce mejor como dos carreras en tres entradas, en cuatro apariciones, lo cual no es motivo de preocupación. Excepto que Rogers, quien había tenido una pésima segunda mitad de 2023, había permitido esas dos carreras con cuadrangulares. De las nueve bolas bateadas que había permitido en esas entradas, el experto en contacto suave había permitido una velocidad de salida promedio de 99.5 mph, con una marca media de 103.2 mph. Después de permitir cuadrangulares a solo 12 de los primeros 1004 bateadores que enfrentó en su carrera, siete de los siguientes 143 los habían conectado

Eso es especialmente alarmante considerando la batalla estética que enfrenta Rogers. Cuando las cosas salen mal, parece ridículo. Esto es especialmente cierto con el slider, porque lo lanza deliberadamente en la zona, pero aquí está Fernando Tatis Jr. destrozando una recta de 82 mph en el primer lanzamiento, sin ningún problema.

Tras algunos ponches tempranos, Tatis lleva dos dobles y dos cuadrangulares en sus últimas siete visitas al plato contra Rogers. Habiendo aparentemente descubierto una pequeña clave psychological, ni siquiera se molesta en recibir un lanzamiento para acostumbrarse a su lanzamiento. Juego empatado, octava entrada, primer lanzamiento, 400 pies. Cuando los bateadores lo tienen claro, o incluso cuando cualquier hit funciona, parece absurdo siquiera considerar enviar a Rogers al montículo. No ayuda a esta impresión que 16 de los 27 cuadrangulares permitidos en su carrera hayan sido en situaciones de alta presión, a pesar de que eso solo representa dos quintas partes de los bateadores que ha enfrentado. Por supuesto, Shohei Ohtani puede lanzar un slider de 75 mph. ¿No viste a Nick Ahmed conectar el cuadrangular de la ventaja con un sinker de 84 mph hace literalmente un lanzamiento?

Las señales de declive no eran tan marcadas. Aún se le atribuía un DRA de 4.25 y un xFIP de 4.35. Aunque había permitido dos cuadrangulares monstruosos y un de línea, todo lo demás había sido un rodado o un elevado, y no había concedido bases por bolas. Pero, aun así, tras ver los cuadrangulares, me surgió una pregunta: ¿cómo podría alguien saber si Tyler Rogers estaba en declive?

La respuesta típica, la pérdida de velocidad, parece casi irrelevante. Ya está lanzando mucho más lento que los demás, lo que, hasta cierto punto, podría parecer ventajoso. Lanzar con más fuerza simplemente lo acercaría a velocidades normales, y dado que su slider está ascendiendo (desde el punto de lanzamiento hasta la ubicación), es al menos posible que una menor velocidad le de más tiempo para que su inusual trayectoria continúe y engañe aún más a los bateadores. Con su mejor velocidad precise, su ruptura vertical inducida (IVB) ha bajado de 16 pulgadas a 14.4 en los últimos dos años.

Sin embargo, buscar el declive de Rogers—y tiene 34 años—se cut back principalmente a buscar malos resultados en muestras pequeñas. Debido a su singularidad, el proceso suele ser raruno. Los modelos de Stuff, basados en las formas de lanzamiento que han tenido éxito en el pasado, no son muy útiles; como dijo Andrew Bailey: “Rompe el gráfico”. Aunque Rogers afirma que su enfoque con el slider es completamente diferente al de antes de 2020, cuando Bailey se unió a los Giants como entrenador de lanzadores, aún tenía una efectividad de 1.02 (80 DRA-) en 17 y ⅔ entradas como novato en 2019. A pesar de estar atrapado en Triple-A durante tres años y medio, su efectividad fue de 3.27, y por debajo de ese nivel fue inferior a 2.00. Nunca ha habido una cantidad significativa de fracasos que indiquen cómo se podría imaginar un mal Tyler Rogers desde una perspectiva de proceso.

En la temporada parcial de 2025, tras la cual entrará en la agencia libre, quizás esté en su mejor momento. Casi todas las estadísticas imaginables presentan las mejores marcas de su carrera. Su tasa de bases por bolas del 2.5% es la tercera más baja en la MLB (mínimo de 150 bateadores enfrentados), detrás de los abridores Brandon Walter y Janson Junk; eso es ligeramente peor que su mejor marca de la carrera del 2.1% del año pasado. Su tasa de ponches ha subido hasta el 21%, apenas por debajo de sus dos primeras campañas en las Grandes Ligas y rondando el promedio de la liga. Su tasa de rolas (61.3%) es solo superada por su breve temporada de debut. Su calidad de contacto esperada y actual (xwOBAcon y wOBAcon) es la cuarta mejor para 2025, y se dividen como la cuarta y la segunda mejor de su carrera, respectivamente.

Combinando todos estos elementos, finalmente ha convencido al FIP. En su esfuerzo por silenciar la aleatoriedad de la bola bateada, donde Rogers siempre ha destacado, a pesar de tener una efectividad de 3.04 entre 2020 y 2024, con una desviación mucho mayor en la temporada acortada de 2020, su FIP se mantuvo persistentemente cerca de los 3.00, sin mencionar un xFIP de alrededor de 4.00 en cada temporada. Pero con el aumento de ponches y bases por bolas, el desconocimiento deliberado de estas métricas ya no importa: su FIP actualmente se sitúa en 2.70, con un xFIP de 2.76. DRA-, generalmente más dispuesto a confiar en la excelencia de las bolas bateadas le concede marcas de entre 80 y 89 en seis de siete temporadas. 

Además, tras liderar la MLB en apariciones de pitcheo en 2020 y 2021, y la Liga Nacional en 2024, está de nuevo en camino a alcanzar la mejor marca de la Liga Nacional con 79 apariciones en 2025, lanzando sin descanso, algo inusual en los bullpens modernos. De hecho, desde su debut en la MLB el 27 de agosto de 2019, la única ausencia de Rogers ha sido una ausencia de tres días en la lista de paternidad. Siempre está disponible, siempre es constante, y ahora ostenta una bien merecida efectividad de 1.66.

La pregunta de cómo Rogers está alcanzando su máximo potencial a los 34 años parece fascinante. Que esté lanzando con más fuerza que nunca es una premisa encantadora, quizás incluso caprichosa, dada su celebrada destreza sin alcanzar las 85 mph. El hecho de que haya esperado tanto tiempo para explicar cómo su velocidad ha alcanzado su máximo nivel debería sugerir lo contrario. Lo está logrando volviéndose menos singular.

Mes
Bateadores Enfrentados
Uso de la bola rápida
Velocidad de la bola rápida (MPH)

Julio 25
15
89.7%
83.9

Junio 22
59
57.3%
83.6

Junio 25
55
77.9%
83.6

Mayo 25
37
67.5%
83.6

Sep/Oct 21
77
52.2%
83.5

Sin duda, Rogers está lanzando más fuerte que nunca, y su velocidad no para de aumentar. Tres de sus cuatro meses más duros han sido consecutivos, con un aumento en cada caso en comparación con el mes anterior. En un juego el 30 de junio, promedió 84.56 mph, la mejor marca de su carrera en una sola salida. Su velocidad de bola rápida en toda la temporada ha alcanzado las 83.3 mph, superando la de 2022 (83.2 mph) como su mejor marca, y en el resto de su carrera ha oscilado entre 82.4 mph y 82.9 mph. No hay una nueva velocidad máxima, pero solo ha lanzado dos lanzamientos a 82.5 mph o menos desde principios de junio, tras promediar 82.4 mph el año pasado.

Esto se debe principalmente a que lanza la bola más alto. Sin duda, el estilo submarino se mantiene intacto, pero su punto de lanzamiento ha sido de aproximadamente 1.35 pie este año, tras haber sido de aproximadamente 1.1 pie, mucho más rozando el suelo. El ángulo de su brazo también es menos extremo, pasando de -65.1 grados a -60.8.

Como en todas las imágenes comparativas, existen diferencias en el ángulo y el zoom de la cámara, pero estas dos rectas de media distancia de 2024 (izquierda) y 2025 (derecha) ilustran esta diferencia. El roce que hace tan especiales a los lanzadores submarineros ahora es más bien un sobrevuelo, y como resultado, la inclinación lateral de la cabeza (y el ángulo del brazo) es ligeramente menos extrema. No es que no sea un lanzador submarinero, sino que tener menos movimiento submarino es una respuesta decepcionante a cómo un jugador encuentra mejoría.

Con este punto de lanzamiento vertical, Rogers ahora se superpone con varios lanzamientos de Adam Cimber y Kazuhisa Makita, registrados en Statcast, pasando de lo insondable a lo insondable. Makita, quien es el lanzador submarinero más cercano en comparación, se inclinó mucho más verticalmente: recto hacia abajo y luego ligeramente hacia arriba para lanzar rectas de cuatro costuras. No estaba lanzando nada parecido al sinker de -13 IVB y 2 HB de Rogers, pero lo más impresionante de la mecánica de Rogers, lo bajo que llega al suelo al soltar, sigue siendo mucho más propio de Makita que antes.

El cambio adicional, que se insinúa en la tabla, es que Rogers también está lanzando su recta mucho más, y por lo tanto, su slider ascendente característico, mucho menos. Tras acercarse a una proporción de 50-50 entre 2021 y 2023, su uso de la recta ha aumentado al 64.5% el año pasado y al 73.8% este año. Al igual que con el lanzamiento, no esperes oír “se vuelve menos especial” al analizar por qué el lanzador más singular de la liga está jugando mejor.

No es tan extremo como Tommy Kahnle acumulando cambios, pero la estrategia ha cambiado a acumular sinkers en la zona (+5% de tasa de SI en la zona desde 2023) y asumiendo que los bateadores seguirán teniendo dificultades para impactarlos. Esto es perfectamente razonable, y ha sucedido; la tasa de golpes fuertes ha aumentado un poco, pero los sinkers adicionales están produciendo roletazos que limitan el contacto dañino con la misma eficacia. Y al estar aún más en la zona y lanzar menos sliders, sus lanzamientos fuera de la zona se han visto aún más extraños para los bateadores: su tasa de ponches de persecución ha subido del 28.3% al 38.7%. Esto está impulsando la mayor parte de su aumento en ponches, y al eliminar el slider ascendente, su tasa de bases por bolas se ha desplomado. Su forma de lanzar sigue siendo lo suficientemente única como para que funcione su habilidad para evitar daños, y si no prestas demasiada atención, es tan especial como siempre, pero no puedo fingir que no preferiría que el mejor año de su carrera fuera lanzar incluso más lento y doblarse aún más.